Este, el más frío de los inviernos que recuerdo, también uno de los más largos, parece que se aferra a nosotros de forma que no podemos librarnos de él.
Nos acecha con sus vientos, sus lluvias y sus nieves, como los viejos no recuerdan, se embarrancan por doquier las tierras, se desbordan los ríos, se anegan los caminos…
Ya veis, en este momento estoy recordando, que hace muy poco teníamos una gran escasez de aguas, que aún cuando parece ser uno de los inviernos más húmedos del siglo, quedan muchísimas zonas en España que aun no aseguran un abastecimiento normal para este verano.
Y me viene a la imaginación si alguien no vislumbraría, que bien le vendrían estas aguas catastróficas, a zonas como Valencia, Alicante, Murcia, Almería etc., cuando pasada esta euforia invernal, empiecen las sequías a desertizar las zonas del sur.
Me sorprende que a nadie se le ocurra pensar, si no quedarán terrenos entre la España húmeda y la seca, donde construir los almacenes necesarios para guardar esta agua que tanto mal hace a los Españoles del norte, y tanto bien haría a los que dentro de poco habrán de dejar de ser la huerta del país.
No quiero caer en politiqueos que desemboquen en el Delta del Ebro, pero que ocurriría si fuéramos capaces de guardar esta agua que destroza y anega los campos en el norte del país y pudiéramos almacenarlos para calmar la sed de la España seca?
No quiero aburrir, pero sería todo un detalle de aquellos a quien las urnas deleitan con un sueldo que al parecer no fluctúa, por lo menos a la baja, tuvieran a bien en uno de esos deslices de alumbramiento que les ilumina cuando se trata de pedir votos, pensaran en este grave problema que os comento…
Gracia que espero merecer del recto proceder de quien no suele llamarse a engaño, a quien Dios guarde muchos años…..amén.